Todos recordarán la más que emblemática y nostálgica intro al prender la PS1 que tan buenos recuerdos nos trae hoy en día y tan nerviosos nos ponia en su época al dudar del correcto funcionamiento de algún que otro juego.
En comparación, la de PS2 es vacía, carente de ese calor tan característico de su antecesora.
Sin embargo, habia algo que nos hacia dudar al momento de ver esta, y me refiero a ciertos cuadrados de un color grisaceo o de tono azulado que aparecian de repente. Al verlos por primera vez, pense que mi PS2 estaba comenzando a fallar o peor, que me habia venido mal de fábrica.
Con el tiempo fueron apareciendo más y su tamaño fue creciendo, lo que me llevo a buscar un poco y descubrir que no era otra cosa que un secreto de la consola que llevaba el nombre de torres.
Estas torres aumentaban en número a medida que jugabamos más juegos y en tamaño a mayor cantidad de horas, llegando incluso a tapar el fondo.
Como verán, el mundo de los videojuegos nunca dejará de darnos sorpresas.
Sigan jugando.
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